En fanfiction, hasta la más fea tiene marido

La semana pasada, internet me entregó varias referencias a algo titulado “50 Shades of Grey”, con comentarios que lo asociaban con la serie de Twilight. Lo primero que se me vino a la mente es el disco de la banda de numetal white trash, Staind, llamado “14 Shades of Grey”, pero dado que dicha producción discográfica salió al mercado cuando yo me encontraba en mi frágil y vulnerable etapa adolescente colegial (motivo por el cual ubico un par de canciones del desafortunado disco en cuestión), supuse que no se trataba de la misma referencia cultural. Con un poco de lectura al respecto, pude aprender que 50 Shades of Grey es una serie de novelas eróticas basadas en la saga de Twilight, concebidas en el género literario (si así se lo puede llamar) del fanfiction. Y, tal como Twilight, y porque los seres humanos nunca aprenden de sus errores, es una saga de tres libros.

Imaginen mi sorpresa al enterarme que no solo una, sino tres obras nacidas en la libidinosa cuna del fanfiction fueron publicadas y ahora son distribuidas al público en Barnes and Noble, junto con Lovecraft y el mismísimo Shakespeare. “Debe haber escasez de buenos manuscritos”, pensé, pero no me tomó mucho razonar que hasta el poema mas drogadicto salido de la cabeza de algún hippie desahuciado por SIDA, es mejor que fanfiction. Y de Twilight, para colmo. Entonces entendí que el fenómeno de pre-adolescentes vampiros está desbordándose de su cauce aceptable.

Sin embargo, no tengo más que decir sobre los fans de Twilight. Adolescencia es adolescencia, fans son fans. No tengo cómo culparlos. Yo era “punkera” o algo así. Y Staind, supongo que eso es bastante malo también… no era fan ni nada pero escuchar esa banda una vez en la vida debería ser motivo suficiente de completa marginación social. Uno no puede ir por la vida reprochando los gustos cuestionables de la gente, eso es gay. Esta vez criticaré al mundo del fanfiction en el asunto de 50 Shades.

Para quienes no estén familiarizados con el término, fanfiction, tal como lo indica el portmanteau, es ficción que toma elementos de la vida real y de las fantasías de la gente, como personajes de sus historias. Por personajes, me refiero desde Justin Bieber hasta Chewbacca. Para probar que la humanidad es un gran colectivo de seres impulsados por el sexo, la mayoría de estas historias son del tipo erótico… algunas hasta más que cualquier película de las Noches de Clímax de Cinemax. OBVIAMENTE, la demográfica de autores de fanfiction incluye en un 90% a adolescentes en etapa colegial, y el 10% restante, a niños con conflictos de identidad sexual.

Sexy heroína de cuerpo sensual en internet, ama de casa gorda y desesperada en la vida real.

Cuando era adolescente desocupada, desperdicié algunas horas de mi vida en la comunidad de Quizilla, que vendría a ser como el birthplace y hometown del fanfiction. En mi época, las niñas fantaseaban mucho sobre Harry Potter, personajes de animé y niños maricas de bandas emo como AFI. En realidad no me interesaban ninguna de esas cosas. Quizilla me introdujo a una generación de niñas como yo que escribían sobre lo que les gustaba (sexo homosexual entre Harry Potter y Ron Weasley, generalmente), y eso me sirvió de motivación para empezar estudios en Comunicación Social antes de salir del colegio. También me introdujo al mundo de las fans locas de Trent Reznor, el universo de las NINtards y aquellos otros idiotas que compulsivamente veneraban el pene del líder de Nine Inch Nails.

Las niñas crecieron, Quizilla se fue a la mierda con un rediseño funesto y no he vuelto a entrar ahí hasta el día de hoy. Al enterarme que 50 Shades of Grey empezó en una comunidad de fanfiction (no sé cuál, no me interesa y probablemente no es Quizilla), sentí la necesidad de leer el libro y juzgar por mi propia cuenta si este curioso escrito merecía ser publicado más que mi primera novela. Pensé que la autora Erika Leonard (bajo el pseudónimo de E.L. James), había realizado un trabajo excepcional de redacción, ya que por su naturaleza, la industria le pondría más obstáculos que al manuscrito corriente, antes de publicarlo. Pensé.

Me bajé los libros gracias a un bondadoso pirata que los subió en Filestube. Empecé a leer el primero, el que tiene a todos escupiendo halagos a diestra y siniestra. Leí un tercio, aproximadamente, en una hora.

No, no era bueno. Digamos que no puedo asegurar que mi primera novela será mejor, pero creo que soy capaz de producir algo menos vomitivo. La narrativa es inmadura, el lenguaje es pobre y limitante, y los personajes parecen salidos de la mente de una quinceañera fan de los Jonas Brothers. Pude apreciar que para ser una obra de fanfiction, la autora tiene un buen manejo de ideas, las que presenta de manera ordenada y a veces creativa, pero eso no le da mérito alguno al hecho de que es una novela bastante pobre.

La heroína tiene 21 años y está en la universidad. El héroe tiene 28 (creo) y es un multimillonario que maneja un helicóptero. Ambos usan Converse. Para una cita. No debería decir nada más, pero hay muchos otros detalles que me llenan de tristeza el alma. Se supone que es una novela de sadomasoquismo, y él es el dominante que replica este rol en todos los aspectos de su vida, pero aún así, es del tipo de hombre que coquetea con frases como: “Yo sé que ese labio es apetitoso pero ¿podrías por favor dejar de mordértelo?”. Si a mí alguien me dice eso, me lo sueno con el zapato y salgo corriendo.

Sólo tuve la oportunidad de leer un par de escenas sexuales (ninguna de BDSM, gracias al cielo), y no encontré nada diferente. El tipo, portador de un pene gigantesco, le quita la virginidad amorosamente a la tipa, tienen sexo muchísimas veces y este siempre termina en orgasmos enloquecidos. Porque así es la vida real, siempre, y si algo se puede alabar del género es su apego a la realidad (hasta usa gente real como personajes).

Las historias de fanfiction son una proyección de la inmadurez mental de las fans enardecidas de cualquier cosa, y no deberían ser tomadas como más que entretenimiento ligero y desechable. En fanfiction, todos los personajes tienen penes gigantescos y son estrellas porno sin cámaras. En la vida real, los personajes tienen personalidades desarrolladas, muestran virtudes y defectos, como todos los seres humanos. Todos los personajes de fanfiction son iguales; en la vida real, nadie es así de perfecto.

En resumen, 50 Shades es una triste, patética y desganada historia para mujeres sin vida sexual activa y con menos valor literario que una edición de Condorito. Lo están leyendo? Qué tristeza que el público lector sea tan ingenuo como para tragarse el cuento de que eso es una obra editorial de calidad.

Me imagino que toditos ustedes están ya revisando Amazon para comprar una copia de 50 Shades, porque así de gays son y no me queda más que aceptarlos. Háganlo no más, que yo iré a odiar al mundo desde mi cuarto, y quizás, con un poco de suerte, volcaré todos esos sentimientos de frustración en un manuscrito mejor que una simple obra de fanfiction.

Sobre los hippies y los Júbilos Orales guayaquileños

Hola. Se suponía que esta entrada iba a ser dedicada a la magnánima homosexualidad del artista conocido como Gotye y su éxito de radio, Somebody that I Used to Know, pero ver el video debería ser más que suficiente para dejar eso en claro, así que mejor mato unos cuantos pajaritos con un solo artículo incendiario y escribo sobre otra cosa.

Desde el año pasado, se ha venido popularizando el “progresismo” como una tendencia de moda similar a ser emo o metalero. Da la casualidad que el año pasado podría decirse que la moda hipster saltó al mainstream y de pronto usar fedora ya no era tan especial y único. Ambas tendencias, si bien de diferente naturaleza, van siempre de la mano. El progresismo es algo bueno, claro.

Una de las cosas que hacen los hippies (la Poke-evolución de los hipsters) con más frecuencia es quejarse de todos aquellos que les impiden vivir en sincronía con la naturaleza y su pájaro interior. Se quejan de los gobiernos y las leyes, de las empresas y el dinero, de la gente que gusta de la tecnología y disfruta usar zapatos sobre sus pies… de todo lo que tenga alguna remota relación con tener éxito en la vida. Los hipsters son igualitos, pero con iPods. Obvio, porque existe un denominador en común entre ambos grupos: las drogas.

Hipster: El hippie funcional

Eso del progresismo mal informado es una plaga de nuestra fría y sucia sociedad. Con el falso discurso de ser de “mente abierta”, ahora prácticamente está mal no ser un promiscuo experimental catador de cannabis. Porque obviamente, si no lo eres, eres un retrógrada atrasapueblos curuchupa anticuado prejuicioso. Bonitos insultos salidos de los labios de tan ilustres amantes de la naturaleza y la libertad y el aire.

Bah.

No estoy en contra de nada, mientras se haga de manera correcta y educada. Si vas a empezar a hablar de la legalización de la marihuana, no lo hagas porque eres un hippie drogadicto que piensa que la marihuana no le hace daño a nadie (por ser planta, claro) sino porque tienes argumentos válidos para tu lucha. No, decir que las corporaciones tabacaleras confabulan en contra de las pobres plantitas de Diosito no es una buena razón, eso es algo que un hippie drogadicto diría. Si deciden que se debe legalizar la marihuana porque cada quien es responsable de sus actos y hacer legal la cuestión acabaría con los problemas socioeconómicos de comercialización ilegal y tráfico, pues podría hablar con ustedes de manera seria y no burlona. Si deciden que todos quienes no están de acuerdo con su punto de vista “liberal” son atrasapueblos curuchupas, entonces yo decido que todos los que son iguales que ustedes, son unos drogadictos sin futuro y con SIDA.

No es cool, ¿verdad? Okay, entonces cállense.

Creo que muchos están de acuerdo con el progresismo porque en realidad no se ponen a pensar en lo que significa, y adoptan opiniones que desafían lo convencional para demostrar su superioridad de intelecto. No quiere decir que esté mal lo que hacen. Cada uno puede fumarse lo que sea y hacer de su vida lo que quiera. Pero si no quieren ganarse detractores y una avalancha de críticas hacia cada pequeño detalle de sus errados argumentos, entonces dejen de actuar como si ustedes fuesen los únicos que tienen la razón y que su estilo de vida “liberal” es el correcto. Defiendan sus creencias y principios con razonamiento y cultura y serán respetados. Insulten y lancen sus epítetos más hirientes a quienes no son como ustedes, y se ganarán troleadas.

Básicamente, si se toman algo en serio, hagan el favor de pensar y usar sus cabecitas para analizar sus pros y contras. Si no se lo toman en serio, entonces tampoco se tomen en serio las críticas. Pero por sobre todas las cosas, jamás se tomen en serio las críticas en internet, nunca, jamás.

Espero que hayas entendido, Jolgorio. Amigo Jolgorio Vocal.

Now Hating…

Hola. En el episodio de hoy de “Odiando como igotsurvivalism”:

Lana del Rey, la peor desgracia musical desde la última desgracia musical

Últimamente me he encontrado con un grupo considerable de fans de Elizabeth Woolridge Grant, la cantautora emergente más conocida por su nombre escénico, Lana del Rey. La verdad, a estas alturas, ya ni me interesa. Hay demasiados fans de Maroon 5 en este mundo para tratar de crear conciencia musical en este podrido y horrible lugar. El problema es que tengo opiniones demasiado fuertes, y soy demasiado bocona para tragármelas. Es como si estuviese escuchando la mentira más mentira del mundo sabiendo cuál es la verdad, y no pueda decir nada, absolutamente nada al respecto. El bichito, me está picando. Ya no puedo más.

¿Recuerdan mis comentarios sobre Adele en la entrada anterior? Ya, pues creo que lo mismo se aplica para Lana del Rey, multiplicado por cuatro mil trillones.

Es chistoso cómo toda la vida nos jactamos de ser seres libres e independientes y de tener criterio propio, único y original, y defendemos nuestro derecho de elegir y tener libre albedrío, cuando es obvio que los gustos colectivos están siendo manipulados al antojo por la industria musical. Adele no es un producto particularmente innovador, pero es un buen ejemplo de psicología inversa aplicada en el consumidor promedio de música. En vez de vendernos lo grotesco (Lady GaGa), lo sensual y definitivamente comercial (Katy Perry), simplemente sacaron a la venta lo normal, lo que nadie querría vender (Adele) y funcionó a la perfección. No es un concepto creativo, pero es inteligente y nosotros somos unos tarados.

En el caso de Lana del Rey, la estrategia es similar. Esta vez, en vez de vendernos lo normal, nos vendieron lo “oscuro” e independiente. Esto le cayó bastante bien al segmento hipster de la población que busca desesperadamente ser único y original en sus gustos musicales, para proyectar una imagen intelectual, sensible y alternativa, que le ha resultado bastante lucrativa a almacenes como American Apparel y productos como la cerveza Pabst (presentación Blue Ribbon).

“Yo sufría antes de que sufrir sea mainstream.”

Lana del Rey no es, bajo ningún concepto, un músico talentoso. No es ni siquiera talentosa como compositora, mucho peor como cantante. Adele al menos canta. Lana del Rey es una muñequita en busca de atención, que proyecta una imagen peculiar, bohemia y sensual en su rareza. No canta nada. No canta nada, así nada, por dios NADA. Sus letras son tristezas, pero no por su contenido sino por su calidad.

En este momento, los fans de Lana del Rey me deben estar insultando. Bueno, si esto no es prueba de que la tipa no canta nada, entonces ya mátenme no mas.

El problema con esta mujer es que, todo lo que ella representa tiene un aire… mejor dicho, está bañado en salsa hipster. Su “estilo” musical y su imagen pública intentan replicar las de cantautoras de renombre en el mundo musical alternativo, como Cat Power o Joanna Newsom. Soy fan de la primera, de la segunda, para nada; pero puedo admitir que las dos se hicieron un nombre por sí mismas, gracias a su talento/habilidad/perseverancia. Lana del Rey solamente ha logrado llamar la atención de los medios, apareciendo en público cada vez que tiene oportunidad, lo que se traduce en mucha gente hablando de ella y escuchando su música. Es otro producto, otra ilusión creada para hacer sentir bien a un grupo específico y al mismo tiempo ganar millones.

Lana del Rey no tiene talento, ni merece la atención que se le presta. Ya dejen de ser tan predecibles y no compren toda pendejada que les venden, solo porque parece lindo por fuera. Todas las Lanas del Rey del mundo hacen que músicos de verdad vivan en el anonimato o no puedan ganarse la vida haciendo lo que mejor hacen, lo que los hace felices. Ella representa claramente la mediocridad de la música pop de hoy en día, la que está empezando a impregnar nuevas áreas con su apestosa avaricia.

Así que hagan el favor de dejar de hablar de Lana del Rey. Ya suficiente con la histeria de Adele como para que llenen mi timeline de Twitter con noticias sobre otra mujercita sobrevalorada. Claro que, si no lo hacen, no me importa.

El regalo

Hoy, por accidente, abrí un cajón donde guardo cosas privadas e importantes. Lleno de chucherías, como todo en mi vida. Escondida estaba una funda que contenía un artículo delgado forrado con papel de regalo. Ha estado ahí desde hace un tiempo, pero no le había prestado atención.

Desde que lo dejé ahí, tuve algunos encuentros pasajeros con el paquetito. Para Navidad, pensé seriamente en deshacerme de él y dárselo a alguien que le pudiera dar mejor uso, pero no pude. Me es difícil desprenderme de las cosas, así no tengan valor alguno. Aquellas que sí lo tienen, se quedan para siempre en algún rincón de las cuatro paredes que contienen mi vida: mi casa; porque nunca puedo enfrentar a mis fantasmas emocionales y dejarlos ir.

Decidí abrirlo. Ya no existe razón para mantenerlo forrado y ya no necesito mantenerlo guardado. No es nada más que un bien material comprado con dinero, nada que no se pueda regalar o gastar. Todo el sentimiento, el motivo emocional de su adquisición y su posterior rechazo, no cruzaron mi mente para nada. Es solo un montón de papel carente de energía o vida, dentro de una fría y artificial funda plástica.

El regalo. Tiene el olor a papel nuevo que forma parte del gran placer de leer. La portada brilla como si hubiese sido comprada ayer, las páginas conservan la pureza y limpieza con que salieron de la imprenta. Un libro.

El regalo. Fundación, de Isaac Asimov.

“Muy largo para Twitter”

Creo que, en el caso extremamente imposible de que meta la pata, es decir, quede embarazada por accidente e irresponsabilidad (nunca), y por alguna razón del destino o demencia depresiva, decida que sí quiero ser madre y conservar al feto, y el miserable hombre a quien le toque la mitad de la culpa en el embrollo acepte todo sin discusión (jamás, más imposible que la vida eterna); lo último que haría es casarme.

Honestamente, si ya han sucedido todos los pasos antes del matrimonio, supongo que mi vida ya será un infierno lo suficientemente despojado de esperanza, para saber que no tengo muchas opciones. Ya qué más queda, ¿verdad?

No, pues no. Eso de casarse por culpa de las metidas de pata le hace más daño a la sociedad que la homosexualidad, contrario a lo que dicen algunos individuos cerrados conservadores. Además que es demasiado falso, no podría vivir con eso. Sentiría que he traicionado a mis principios cada segundo que viva en esa falsedad, así que para estarle añadiendo más miseria a mi pobre y triste vida como madre de familia, mejor sola o viviendo en pecado.

Claro, esto lo haría puramente para romper paradigmas. Yo soy así de necia y obstinada, especialmente cuando se trata de hacer lo que me dicen, o se supone que debo hacer.

Obviamente, todo lo antes expresado es una situación hipotética y demasiado fuera de la realidad. Yo soy una mujer inteligente que sabe que meter la pata está mal, y no quiero cargar con la culpa de que algún niño en África o India muera de hambre, mientras yo descaradamente traigo a otro ser humano a este cruel y desamparado mundo. Sé que me lo agradecerán, este planeta no está preparado para mi descendencia.

Cierto, feliz día del SIDA con todos. A practicar la abstinencia se ha dicho.

Momento bipolar auspiciado por Coca Cola

Hoy es uno de esos días raros de trabajo en los que no hay nada, absolutamente nada que hacer. La cantidad de actividades que podría realizar en este tiempo libre es bastante grande, pero como buena perdedora de tiempo, decidí actualizar esta miseria. La verdad, creo que sí me hace falta gritar un par de cosas al aire para poder volver a estar en paz con el prójimo, o los otros odiables seres con los que debo habitar este mundo. No garantizo que lo que sigue vaya a tener algún sentido para la mayoría de lectores/sapos que frecuentan este rincón cibernético, pero sí garantizo que al menos algo, alguna maldita línea, será entendible.

Uno: Estoy enojada, con ganas de hacer cosas de las que me arrepentiría. Nunca lo haré, soy demasiado mujer y me respeto lo suficiente para ceder ante el placer corriente de la venganza. Por favor, si eres la persona que me cagó gran parte de este año, te pido que desaparezcas. Te odio demasiado, siempre que menciono tu nombre, debo adjuntarle al menos unos cinco epítetos vulgares, porque te odio y odio que seas tan irresponsable e inconsecuente con la vida. Así que le harías un gran favor a todos si simplemente volvieras al lugar de donde saliste cuando accidentalmente apareciste en mi vida, maldito ser inhumano. Sé que nunca va a pasar, porque ahí mismo vas a estar ladillando a diario, estresándome la existencia con el simple hecho de seguir respirando y estar en el mismo perímetro urbano que yo. Pero por dios, si es posible, lárgate para siempre y no jodas. No solo de mi vida, ni de mis redes sociales; lárgate del continente americano a vivir en alguna comuna en Holanda o alguna cosa así.

Dos: Qué bonito como algunas personas consideran que hay amistades (de más de cuatro años) que deben terminar por culpa del dinero, el poder y porque simplemente los otros lo hacen así que debe ser cool. Déjenme decirles que no tienen idea de la insensatez que cometieron. Nunca me pronuncié al respecto porque siempre consideré que no lo merecían, pero después de un par de encuentros incómodos y muchas habladurías en el limitado círculo social en el que me manejo, este asunto ha vuelto a darme vueltas en el cerebro, y pues ya me llego a la coronilla. Sus amistades basadas en dinero y poder me dan lástima, y es una verdadera pena que gente sin ninguna clase de criterio se sienta con las ínfulas de llamar “basura” a alguien como yo. Al menos yo soy honesta, y hasta ahora he demostrado que soy capaz de vivir la vida sin cometer errores tarados irreparables. Al menos cuando yo ofrezco mi amistad, lo hago de manera sincera, y no estoy dispuesta a enterrarla bajo avalanchas de piedras por irrelevancias. Al menos yo sé que no soy mala persona y que nunca hice nada para merecer odio colectivo. De hecho, a pesar de la campaña de odio que hicieron contra mí, las únicas personas que me odiaron son ustedes. Háganle un favor al mundo y déjense de pendejadas, bájense de la nubecita y crezcan. Yo sé que no soy un ejemplo de madurez, pero para mi edad, creo que estoy sobre el promedio y aún tengo tiempo para seguirlo haciendo. Lamento no poder decir lo mismo de ustedes. Gracias por los malos ratos y sigan codeándose con la realeza, sus verdaderos amigos, pinches viejas.

Tres: Universidad, cada vez veo más lejos la puerta de salida. No tienes idea de lo mucho que me odio por no ser capaz de empezar a hacer mi tesina. Estoy segura de que, una vez que lo haga, el resto será bastante fácil, pero es ese primer paso, el empujón que necesito para embarcarme en este último viaje, l0 que me cuesta lágrimas de mediocridad. Lamentablemente, por gran parte de este año, estuve forzada a mantener mi mente ocupada y entretenida, bajo el riesgo de morir por exceso de miseria. Ahora que las cosas van bastante bien, creo que es hora de terminar de una buena vez con toda esta patraña llamada carrera universitaria, pero como era de esperarse, ya no tengo ningún tipo de régimen. Soy una ganadora, lo sé. Creo que voy a tener que aceptar alguna de esas ofertas que me hicieron alguna vez, de trabajar en la tesis en grupo con algunos amigos. Supongo que así estaré forzada a hacer algo, ¿verdad?

Cuatro: Odio esta época, odio el ambiente, odio el mes de diciembre. Nunca más será lo mismo, hasta Navidad estará para siempre llena de tristezas. Espero que te des cuenta de la gravedad del asunto y de por qué te odio tanto, individuo no identificado a quien desearía gritar e insultar con la furia de mil soles.

Cinco: No dejaré que los ánimos bipolares me arruinen la estabilidad. Por fin estoy en una situación buena y me gustaría mantenerme ahí mientras sea posible. Si debo internarme en el psiquiátrico, en el cuarto de paredes de esponja, hasta que se me pase, pues en este momento pasen el número y cuánto cuesta. Si debo defenderme de mis propios impulsos y desórdenes mentales, lo haré con mucho gusto.

Seis: Odio cretino: la gente en general. No sé por qué, hoy me levanté más intolerante de lo normal. Tratar de explicar las razones por las cuáles odio a una gran cantidad de personas que me rodean sería no salir de la oficina por unos cuantos días, y lamentablemente me está dando hambre. Creo que hoy es un buen día para ir a la casa, encerrarme a escuchar The Fragile y no salir hasta que se me pase el desbalance hormonal.

Siete: ¿Quién demonios se acuerda de los pacientes mentales abandonados en el Hospital Lorenzo Ponce? Todos tienen su chance de recibir amor, a todos siempre los ayudan, menos a ellos. Supongo que me sensibilizo con ellos porque sé bien que podría estar en su lugar en un futuro mediato. Al menos lo hago, porque sigo pensando que voy a salvar al mundo. Este año voy a hacer una de esas cosas humanitarias que la gente hace en Navidad (porque se les sube el estrógeno a la cabeza con las festividades) y creo que voy a hacer algo para los pobres señores locos. No sé, al menos comprarles galletas o algo así. Si alguien quiere ayudarme, pues qué bien. Si no, y es muy probable que no, beibi con ustedes. Ya veremos quién les para bola cuando estén todos locos.

Ocho: Malditos hipsters, están tan podridos en drogas que no hay intervención que los salve, solo la muerte. No sé en qué momento esta ciudad se llenó de hipsters, y no sé por qué se han hecho odiar tanto, pero la realidad en la que vivimos ahora es negra, llena de bufandas palestinas, cannabis y presunciones. No tengo nada en contra de las modas. Las modas son muestras claras de la dirección que está tomando la sociedad y permiten predecir futuras tendencias. Los emos fueron los antecesores de los hipsters, la tendencia estaba bastante clara y predecible en ese entonces. El problema con estas modas surge cuando se la toman demasiado en serio. El punk, la moda seminal por excelencia, se trataba de una actitud hacia la vida que debería definir todas las modas en general: no tomarse nada en serio. Desde esos orígenes hasta ahora, las modas han mutado en diferentes maneras, hasta llegar a nuestra horrible y hipster realidad. Hipsters drogadictos que se toman en serio lo mas burlable que existe. Por dios, todos sabemos que ser hipster no va a llevar lejos a nadie. Quizás al hospital o al cementerio por efectos adversos de adicciones a sustancias psicotrópicas, pero eso pasa hasta en las mejores familias, no solo entre los hipsters. Que alguien por favor les diga a estos jovencitos y viejos inmaduros que ser una persona responsable y con aspiraciones en la vida no es malo, y que ser fotógrafo con filtros vintage no te hace artista con principios. Y por favor, quítenles las drogas.

Nueve: Mi mamá se va, indefinidamente fuera del país. Cada día la realidad está más cerca, y me da mucho miedo enfrentarla. Mi mamá es lo único que tengo en el mundo y nunca podría vivir sin ella. A pesar de lo mucho que nos odiemos, y lo incompatibles que sean nuestras personalidades, ella me dio la vida y me hizo el ser humano que soy ahora, a punta de sacrificios dignos de más admiración que cualquier acción humanitaria de George Clooney. Para bien o para mal, creo que tenerme fue la peor decisión que pudo haber tomado, pero lo hizo y gracias a eso estoy aquí, odiando a todos. No puedo imaginarme un mundo donde no esté mi mamá. No puedo imaginarme que no podré verla cuando quiera. Es el hueco en el estómago más horrible que existe, peor que una úlcera.

Diez: Con todos los demás: muchas gracias por existir. Cada persona que está presente, de una u otra manera en mi vida, hace que todo el odio sea olvidable y fácil de superar. Cada vez que pierdo la fe en la humanidad, pienso en las pers0nas que tengo cerca. Gracias por estar locos, ser nerds, graciosos, amargados y amorosos. Llenan mi vida de muchas satisfacciones, compensan la falta de motivación que me aqueja siempre. Gracias, siempre.

Perdón por el ataque bipolar, era justo y necesario. Ahora puedo volver a vivir la vida en paz.

Mi maldita compasion

Si fuera la misma persona que fui hasta hace poco, acontecimientos cotidianos continuarian costandome lagrimas y decepciones de martir.

Estoy algo impresionada de mi habilidad de evolucionar – tanto asi que a veces dudo que lo haya hecho. En realidad, aun no lo creo. Parte de mi aun esta esperando el obligatorio colapso nervioso , el Hiroshima de los sufrimientos, el ultimo gran sentimiento. Aun no ha sucedido, supongo que mi evolucion no es tan irreal.

Querer no significa olvidarse uno mismo, y con disculpas no se arreglan kilometros de caminos empedrados. Los sentimientos no son independientes, pero pueden coexistir de manera pasiva dentro de una misma persona. El querer es el sentimiento mas grande y noble que una persona puede sentir, pero ante la presencia de daño inevitable, hasta el ser humano mas elemental sabe que debe alejarse.

La respuesta es no, mil veces no. No por falta de voluntad, sino por amor propio. No todo en la vida se arregla asi de facil, y no todos los corazones necesitan lo mismo para sanar. Para mi, nada ha cambiado. Solamente mi habilidad de ver las cosas con los ojos libres, sin vendas ni capas de neblina. Lo que veo ahora es mucho mas claro que lo que veia antes, y ya me acostumbre a la claridad.

Ya no existes, mil disculpas. Aun te quiero, pero ya no existes.

Here’s a Funny Story…

Hah, of all the weird shit that’s been going on lately, this is definitely a winner.

A few decades ago, my grandfather was birthed, becoming his parents’ firstborn. His father was an asshole with no principles or respect for women whatsoever – very common trait among Ecuadorian men, hah – and decided, a few years after my grandfather was born, that he didn’t want to be a father anymore. Not to my grandpa anyway. So he went to the city clerk at whatever god forsaken town they lived in, and paid the officials some money to erase his name from all documentation stating that he was my grandfather’s father. Cause that’s what assholes do here. Then he went on and had more kids with my grandfather’s mom, and his aunt, and some other women, reiterating the fact that he was, indeed, one nasty piece of shit, with every breath he took.

My grandfather never found out about this, and moved out of that hellish town as soon as he could. He settled in the nearest city, met my grandmother, and whatever else happened, I guess you can assume it. Together they moved down here, which is pretty far from the highlands where they both originated. They lived horrible lives full of bullshit, cause being a piece of shit ran in the family. My grandpa, as expected, was an asshole as well. But at least he had a name – a name that he gave to all his five fucking children, my mother included.

Years passed, and my asshole grandfather died, ending an era of crappy treatment and misery in my family. He died with his full name as it had always been, because life is easy to people who don’t give a shit.

Fast forward to today’s time. My aunt lost her wallet and had to go through the painful process of getting back all her documentation. The first and most important document to get was her identification card. When she went to the city’s civil registry, she came upon the startling revelation that she had no name.

:O

Turns out, in an effort to put some order in this country’s messy civil registration system, the government took it upon itself to dig out all the crap that existed, and put it in a computer database. Yes, all the shit that was in paper, rotting away in the cobweb-filled racks of every city clerk’s office in every rat-infested town in this glorious country, it’s all in a dandy computer system now. That includes my great-grandfather’s asshole move of removing his name from my grandfather’s birth certificate, which, naturally, passed on to his children. My aunt.

So, proving that there is no God whatsoever in this world, the evil civil registry people proceeded to annull all of my aunt’s documentation, considering her a non-citizen, sort of. Meaning that all her bank accounts are frozen, her credit cards are not valid, and everything with her name on it is considered null.

Now, look at that.

The issue is still unresolved. My aunt is still gathering up some paperwork to take it to the civil registry and maybe, if she’s lucky, and has enough money to bribe those motherfuckers, they’ll be able to help her. What worries me now is, what’s gonna happen when her sisters and brothers have to get new documents? There’s a new decree saying that every Ecuadorian citizen needs to have the new government ID card (one that comes with a cute chip that has all your life in it, apparently) by 2013. So, basically, what’s gonna happen when my mother has to get that new ID? And, since here we’re very fond of our mothers, and we all have two last names here, what’s gonna happen when I have to get the new ID? Will that mean that I’ll no longer be my mother’s daughter, and my mom will not have a father?

What the fuck.

This is an unfair situation. My grandfather is dead, he can’t even fix this. And even if somehow there was a way he could, his father is dead too. Whatever they did, it’s not our fault. Whatever they fucking did, it’s the civil registry’s fault, but they can’t just all of a sudden say you’re no longer a citizen cause some bastard decided he didn’t want to be a father anymore, and THEY fucked up and never made it effective.

You know what? It’s times like these when I feel completely entitled to say “fuck my life”.

End of the World Playlist

So, apparently, we’re all going to die today. According to some Bible-thumping born again Christian assholes, the world will end at 6:00 PM today, May 21st, 2011. I don’t know what’s gonna happen, but if the world is really ending, dude, I’m sure wasting my last hours on earth. I should probably be doing lots of more important things, like getting drunk and laid and spending all my money on meaningless crap. But I am not, and in the spirit of professionalism to my field (failed writers, that is), I’ll spend my precious time blogging.

The idea for this post started on Twitter, as a hashtag that never materialized into a trending topic. I thought I might scour through my music library to find tunes that could be appropriate to these final times, and here are my findings. The following songs evoke moods, inspire ideas or contain elements that remind me of the end of the world somehow. They might not make much sense to you, but I don’t care. This is my last day on this planet, so I’m gonna listen to whatever the fuck I want. Ha.

And of course, how could we forget this:


Okay, doomsday, I am ready. Come get me if you can, motherfucker.

As a side note, this category will finally be one hundred percent befitting in a post, and won’t be there to represent my stupid girl problems for a change.



Does-Not-Work

I’m fucking sad and lonely. Ha.

There’s some ugly bitch that I can’t get out of my head. Some bitch.

My car is broken and it will take FOREVER to fix it.

I can’t start my thesis cause I’m lazy. And I have no motivation.

My dog is infested with fleas and they’re starting to stick to the walls in my room. Disgusting as fuck.

I have debts like an adult, yet I still can’t stop acting like a child.

My fucking Holga camera hasn’t arrived from Hong Kong yet!

Neglect. That is all I can say.

I am broke and will always be.

I have stalkers.

I must be having some sort of hormonal imbalance, cause for some reason I’ve been feeling like my estrogen levels are alarmingly high.

Meh, meh and forever blah bleh gahhhh.

Conclusion: What the fuck is going on here? All the evils in the world are teaming up to destroy my life. If I didn’t know better, I’d say it’s karma, but I’m a good person, and that new-age, Hindi crap bullshit is not my thing at all.

Then what the fuck?